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La Novia de Frankenstein

Una breve reminiscencia de la obra de Franz Waxman

Por Milenko Karzulovic, autor de El Barón de Pest

Parte III

Una continuación excepcional: La Novia de Frankenstein

       Universal tenía contemplada una secuela para Frankenstein, desde el momento en que ésta se había transformado en un magno triunfo de público e ingresos. Durante poco más de tres años, la productora pretendió persuadir a Whale para que aceptase la dirección de El Retorno de Frankenstein, pero éste siempre declinó; él se consideraba 

Jack Pierce

Respecto a esta permuta de designación, es importante advertir que, tras el suceso del primer film, el público asoció de inmediato el apellido del doctor con el nombre del monstruo, bautizando a este último como Frankenstein.

a sí mismo, y lo era, un artista, y en Hollywood, los films de terror pertenecían al área de presupuestos menores e inferior calidad. No obstante, a principios de 1935, finalmente accede, al reparar en las regalías que se le ofrecen junto con el proyecto; gran libertad de acción y poder de decisión y un abultado presupuesto de 300.000 dólares (que se dispararía a los 400.000), muy poco habitual para la época, para la Universal [10], y en especial para el género del terror. es el primer punto el que quizás más influye en el cambio de postura del inglés; añade ideas fuera de guión (como la escena inicial con Lord Byron, Percy Shelley y Mary Shelley, concepto original de él), agrega nuevos personajes, repite actores de la 1ª película, escoge el elenco y los platós, añade humor (casi inexistente en la película anterior), resuelve respecto a la fotografía y la música y cambia el título primigenio de The Return of Frankenstein, por el de The Bride of Frankenstein.

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[10] En Hollywood, durante las décadas de 1920 y 1930, un grupo de ocho productoras, conocidas como Majors, dominaban un 80% de la producción, distribución, e incluso exhibición, de películas. De entre estas sobresalían cinco Grandes (Fox, MGM, RKO, Paramount y Warner), por realizar el mayor número de producciones y de envergadura, tanto en presupuestos como en calidad. Las otras tres, las Pequeñas, (United Artists, Columbia y Universal), desarrollaban menor cantidad de películas, con presupuestos más recatados.   

       El director vuelve a contar con Boris Karloff y Colin Clive en los mismos protagónicos de la película original, la criatura y el doctor Henry Frankenstein, respectivamente, además de cederse una licencia; el actor Dwight Frye, que en la adaptación anterior interpretaba a Fritz, el ayudante jorobado del doctor y quien era asesinado por el monstruo, en esta continuación aparece como Karl, un nuevo asistente, aunque esta vez sin giba. El resto del elenco es nuevo; Elsa Lanchester, en el doble papel de la creación femenina del científico y de Mary Shelley; Valerie Hobson como Elizabeth, rol que en la versión anterior interpretaba Mae Clarke; Ernest Thesiger personifica al doctor Pretorius y Una O´Connor en el papel de Minnie (y, en una breve aparición inicial, como ama de llaves).

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Elsa Lanchester

La Novia / Mary Shelley

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      Whale retoma la técnica expresionista [11], utilizada en Frankenstein; el contraste de luz y oscuridad intensas, con muchas sombras (a diferencia de la iluminación plana que entonces acostumbraba el cine norteamericano); escenografías con elementos en declive y enormes fondos pintados. La atmósfera que se creaba con el estilo europeo, en especial en el género del terror, era muy superior a la hollywoodense. También recurre una vez más al talento del maquillador Jack Pierce y su ya célebre maquillaje sobre el rostro de Karloff, además de otros técnicos participantes del primer film. No obstante lo anterior, el director anglosajón da rienda 

suelta a su imaginación y creatividad, aportando vida a una película mucho más rica que la primera en cuanto a diálogos [12], ritmo, dinamismo, originalidad y matices en personajes, escenas y actuaciones. Elementos todos perfectamente entrelazados, gracias a una estupenda banda sonora. 

[11] Las técnicas de teatro, en especial las expresionistas, influyeron el cine europeo del decenio de 1920, principalmente en cuanto a dirección artística, destacando el cine alemán (de terror). De hecho, los antecedentes fílmicos directos de «Frankenstein» se podrían encontrar en «El Gabinete del Doctor Caligari» (Das Cabinet des Dr. Caligari, 1920) y en «El Golem» (Der Golem, wie er in die Welt kam, 1920). 

[12] Si bien Frankenstein consiguió traspasar una frase para la posteridad (¡It´s alive, It´s alive!), The Bride of Frankenstein legó otras tantas: «¡We belong dead!» (¡Pertenecemos a los muertos!), «I love dead… hate living» (Yo amo a los muertos… odio la vida), «¡A new world of gods and monsters!» (¡Un nuevo mundo de dioses y monstruos!). 

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