La Novia de Frankenstein
Una breve reminiscencia de la obra de Franz Waxman
Por Milenko Karzulovic, autor de El Barón de Pest
Parte II
En el resto del elenco de Frankenstein se repiten algunos de los actores de Drácula [5], como también uno de los integrantes más importantes de ambas producciones, el maquillador Jack Pierce [6], quien crea el famoso maquillaje de la criatura; cabeza plana, ceño recto y muy abajo, párpados de goma sobre los verdaderos de Karloff, para que los ojos se abriesen sólo un poco, una cicatriz en la sien derecha y una grapa de metal en la izquierda, mejillas hundidas, exageradas ojeras y los famosos electrodos en su cuello, por los que, se supone, ingresaba la electricidad a su cuerpo.
El compositor Bernhard Kaun compone el tema musical que acompaña la presentación de créditos inicial y que casi no se repetirá en el resto del filme, pues éste se destaca por la ausencia de música. Esta carencia permite un mayor realismo, al verse destacados los sonidos diegéticos del film (los palazos de tierra cayendo sobre un ataúd, los instrumentos del laboratorio en plena acción), como
Jack Pierce
también el silencio (el descubrimiento del cadáver de Fritz en la celda del monstruo). No queda claro si este verismo es producto de la creatividad de Whale o un efecto del novel modus operandi en la sonorización de películas de los estudios en aquellos años.
[5] Edward Van Sloan, que en Drácula interpreta a Van Helsing, en Frankenstein asume el papel del Dr.Waldman; Dwight Frye desempeña en Drácula el rol de Fritz (un émulo de R.M. Reinfeld, personaje de la novela de Stoker), y en Frankenstein da vida al ayudante del doctor, un jorobado también llamado Fritz, (protagonista inexistente en la novela de Mary Shelley).
[6] Pierce creó los maquillajes de todos los personajes clásicos de los dos primeros ciclos de monstruos de la Universal.
Esta falta de claridad se percibe de mejor manera al considerar ciertos aspectos:
a. Si bien se suele reconocer a El Cantante de Jazz (The Jazz Singer), de fines de 1927, como la película sonora inaugural, es importante destacar que sólo lo era en parte. El primer film completamente sonoro es de 1928, Luces de Nueva York (Lights of New York), y la película considerada como el primer musical es Melodía en Broadway (The Broadway Melody), de 1929. En 1931 aún no se desarrollaban con plenitud las posibilidades técnicas ni estéticas del sonido, como apoyo a las imágenes [7] .
[7] «Hasta 1933, la música no se podía grabar por separado e incorporar a la cinta una vez ya culminado el proceso de montaje, sino que se tenía que grabar al mismo tiempo que el resto de la filmación». (Cousins, Mark, Historia del Cine, 2005, página 119, párrafo 1).
b. Por lo mismo, a principios de los 30s no existe aún el compositor de música de películas, como lo conocemos hoy en día. No obstante, los estudios cuentan con el director musical o director del departamento musical, el que tiene la función, entre otras, de decidir qué trozo, tema u obra (más que por lo general de un compositor clásico romántico), debe asistir al film. En Drácula (1931), un claro ejemplo: se empleó el segundo movimiento de El lago de los Cisnes, de Tchaikovsky, como acompañamiento musical durante el transcurso de toda la película.
c. No será hasta 1933 que un compositor creará una partitura completa y exclusiva para un film, con secciones ideadas para apoyar las imágenes de determinadas escenas y pensadas ya no como una obra musical en si misma, sino como parte integral de una obra cinematográfica. El compositor es Max Steiner y la película King Kong.
Max Steiner
La producción de Frankenstein alcanza, sino igual, superior éxito al obtenido por Drácula, desbordando con ello una serie de inesperadas consecuencias: Boris Karloff conquista el estatus de estrella en forma instantánea; James Whale adquiere renombre y es considerado para nuevas e importantes producciones en Universal [8]; la criatura del film, o mejor dicho, el maquillaje creado por Pierce, se transforma en un ícono cultural que perdura hasta nuestros días; y la productora de Laemmle comienza lo que, con posterioridad, será conocido como: El Ciclo de oro de los monstruos de la Universal [9], entre cuyos primeros proyectos se halla El retorno de Frankenstein.
[8] Entre el lanzamiento de Frankenstein y el de La novia de Frankenstein, Whale dirigió otras 6 producciones para la Universal, entre las que destacan «El hombre invisible» (The Invisible Man, 1933) y «El caserón de las sombras» (The Old Dark House, 1932).
[9] Hubo tres períodos conocidos como Ciclo de monstruos de la Universal. El primero abarcó toda la década de los 30 y los primeros años de los 40 y fue llamado «El Ciclo dorado» o «Ciclo de oro», por ser el más exitoso, tanto en taquilla como en calidad. En este lapso se estrenan los monstruos clásicos y algunas continuaciones, pero siempre de manera individual; Drácula (Dracula, 1931), Frankenstein (Frankenstein, 1931), La Momia (The Mummy, 1932), El hombre invisible (The Invisible Man, 1933), La novia de Frankenstein (The Bride of Frankenstein, 1935), La hija de Drácula (Dracula´s Daughter, 1936), El Hijo de Frankenstein (Son Of Frankenstein, 1939), El hombre lobo (The Wolfman, 1941). El segundo ciclo abarca la década de los años 40 y en éste se insiste con algunas decadentes continuaciones, no obstante, al verse agotadas las posibilidades particulares de cada monstruo, se comienza a relacionar a los personajes entre si; El retorno del Hombre Invisible (The Invisible Man Returns, 1940), La Mano de la Momia (The Mummy´s Hand, 1940), El Fantasma de Frankenstein (The Ghost of Frankenstein, 1942), La Tumba de la Momia (The Mummy´s Tomb, 1942), El Hijo de Drácula (Son of Dracula, 1943), Frankenstein y el hombre lobo (Frankenstein meets the Wolf Man, 1943), La Casa de Frankenstein (House of Frankenstein, 1944), La casa de Drácula (House of Dracula, 1945), Abbot y Costello encuentran a Frankenstein (Budd Abbot Lou Costello meet Frankenstein, 1948). En el tercer ciclo, que comprende la década de los años 50, se abandona definitivamente a los monstruos clásicos y sus orígenes góticos y literarios, para dar paso a criaturas provenientes de la ciencia ficción, ya fuesen extraterrestres (This Island Earth, It Came from Outer Space) o experimentos científicos fallidos (Tarántula, Monster on the Campus). En este 3er período cabe destacar el film El Monstruo de la Laguna Negra (Creature from the Black Lagoon, 1954), del que saldría el último personaje de terror de la Universal considerado clásico, el hombre pez.
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